Una representación del colectivo de vecinos del edificio de Alaior que se enclava en la Avinguda Verge del Toro y que hace días, vivienda a vivienda, entró en subasta –a raíz de la quiebra, en su momento, de la promotora titular del inmueble–, se reunió ayer por la mañana en el Ayuntamiento con el alcalde de la localidad, José Luis Benejam, para exponerle su situación –que cada vez apunta más al desalojo– y reclamarle ayuda en una coyuntura en la que, entienden los afectados, el Consistorio podría dar más de sí.
Sin embargo, a la conclusión del encuentro, que se prolongó alrededor de hora y media, una de las vecinas aseguró a este diario lo «estéril» del mismo, en el sentido de que no se había avanzado nada y resta un día menos de margen –recordar que la subasta, abierta al mejor postor, finaliza el próximo 6 de octubre.
En la reunión, que resultó tensa, áspera por momentos, el primer edil de Alaior transmitió su apoyo y respaldo a los vecinos bajo amenaza de desahucio, lo que estos, por contra, interpretaron como una suerte de brindis al sol. Benejam, además, reiteró, tal y como expuso hace días en estas páginas, su confianza en que la Sareb opte y se haga con la puja de los 60 pisos, lo que para los vecinos no supone «ninguna garantía».
El grupo de vecinos, asimismo, reprochó al alcalde que no haya tratado de jugar la carta del Ibavi, «que puede hacer una excepción sobre la ley», del mismo modo que no haya recurrido –o puesto a disposición de los afectados– al equipo jurídico del Ayuntamiento. «Dice que está con nosotros y no es cierto», lamentan.
Además, el alcalde, critican, no tuvo respuesta a cuando se le planteó qué ocurrirá si alguien puja y eso supone dejar en la calle a uno de los actuales inquilinos. Menos si cabe si los desalojos son 50. «Nos sentimos desatendidos, y esto no es política, es un tema social, en dos meses quizá estemos en la calle», concluye el sentir general de los vecinos amenazados de desalojo.
Por su parte, el equipo de gobierno de Alaior que lidera José Luis Benejam emitió un comunicado tras la reunión, en el que insiste mantener el contacto con la Sareb y el Ministerio de la Vivienda para tratar de orientar la situación «favorablemente». Y subraya lo fundamental de «respetar» los actuales contratos de alquiler o que cualquier actuación que se lleve a cabo se haga con sensibilidad y en función de la realidad de estas familias.
Por otra parte, Benejam «ha solicitado» una reunión de urgencia con Clara Mayans, directora insular de la Administración General del Estado en la Isla para tratar «esta problemática» de forma directa y coordinada.
SuscriptorSi consideras que possar una bandera de palestina, per denunciar un genocidi cap aun poble i sobretot cap a miles d’infants es politizar, el problema el tens tú que si veus en aquesta bandera una ideales que no et representen.