La familia de Amancio Mandujano Ramírez, el hombre que murió ahogado el pasado 20 de noviembre en el dique de Son Blanc, se ha sumado como acusación particular a las diligencias abiertas en el Juzgado de Instrucción número 1 de Ciutadella, que instruye la causa para determinar los hechos de la tragedia y las posibles responsabilidades.
Entienden los dos hijos del finado, un hombre natural de Perú, de 67 años de edad con residencia en Cala en Bosc desde hace al menos tres lustros, que se ha podido incurrir en un homicidio imprudente por parte de una o de las dos entidades relacionadas con la operación de atraque y desatraque en el puerto. Se trata de la compañía naviera, Baleària, titular del buque «Margarita Salas», del que descendió la furgoneta conducida por la víctima, y del organismo gestor del dique, Ports de les Illes Balears.
De momento, Maria del Amor Mateos, la abogada que representa a la familia ha dirigido al juzgado esta adhesión como acusación particular a la espera de que cuál sea la resolución del Ministerio Fiscal en la investigación que atañe tanto a la naviera como al ente que depende del Govern, y posteriormente sumarse a la calificación de los hechos si son coincidentes.
Del mismo modo, entre otra numerosa documentación, la letrada ha solicitado el plan de seguridad actualizado del dique de Son Blanc y de Baleària para poder determinar en qué aspectos pudo haberse incumplido. La furgoneta se precipitó al agua en el tramo paralelo a la línea de atraque más próxima a tierra, antes de tomar la explanada que conduce a la cuesta por la que se sale de la instalación portuaria, y el hombre murió ahogado en su interior.
Iluminación insuficiente
El informe preliminar del accidente, a cargo de la Policía Nacional, contempla que, en principio, la iluminación del trayecto por el que circulan los vehículos que desembarcan era insuficiente, que la señalización también era mínima, no había vallas separadoras y el personal era escaso para indicar el recorrido que debían seguir los automóviles. Incluso el testigo que iba detrás del fallecido indicó que podrían haberse precipitado al mar detrás de la furgoneta del finado otros coches si no llegan a advertir el siniestro.
Amancio Mandujano, trabajador del Karting de Cala en Bosc había viajado aquel mismo día a comprar un kart biplaza al karting de Can Pastilla. El vehículo era para su empresa, dada la buena relación que mantiene con ella, aunque el desplazamiento lo había hecho por propia iniciativa. La furgoneta acabó hundiéndose en poco segundos tras precipitarse al agua sobre las 21.20 horas.
Menorquín viajeroMira que cosas, ahora que tengo muchos más positivos que negativos, según tu razonamiento será que tengo razón, no?