La crisis política provocada por el proyecto del viaducto de Rafal Rubí se ha cobrado una nueva víctima. El lunes, el mismo día en que el gobierno del Consell confirmaba oficialmente la renuncia del director de la Agència Menorca Talaiòtica, Antoni Ferrer -adelantada previamente por este diario-, el principal artífice técnico de que hoy día la Isla sea Reserva de la Biosfera y Patrimonio Mundial también se apeó.
Cipriano Marín Cabrera, coordinador del expediente que obtuvo hace dos años el reconocimiento de la Unesco, redactó un escrito de renuncia a seguir como miembro del Consejo Científico de la Menorca Talayótica y lo registró en el Consell, molesto por las formas empleadas por el gobierno insular en todo el procedimiento y por la utilización política que se habría hecho de este organismo consultivo para legitimar el puente de Rafal Rubí. De hecho, Marín ya fue uno de los dos representantes del Consejo Científico que votó en contra de la solución propuesta por el actual gobierno del PP para el polémico tramo que afecta a las navetas prehistóricas.
Según ha podido saber Es Diari, Cipriano Marín llevaba meses meditando ya su renuncia, que ha hecho efectiva coincidiendo con la del director de la Agència. Aunque los motivos esgrimidos por ambos son dispares, tienen un nexo común.
Antoni Ferrer precipitó su marcha tras escuchar como el vicepresidente Simón Gornés se escudaba en su informe favorable como si realmente el arqueólogo hubiera avalado que se termine el viaducto de Rafal Rubí, cuando únicamente dio su consentimiento a las medidas compensatorias propuestas. Y Marín, que también rehúsa hacer declaraciones públicas, se va, entre otras cosas que explicita en la carta de renuncia que aún no se ha hecho pública, porque el gobierno del Consell dice haber contado con el visto bueno del Consejo Científico, cuando se trata tan solo de un órgano consultivo al que también se sondeó sobre la solución ya ideada. Solo el Consejo Rector, del que forman parte dos miembros del Consejo Social y otros dos del Científico, tiene poder ejecutivo.
Este es el límite que el gobierno del Consell habría traspasado de nuevo, al supeditar los organismos de evaluación patrimonial al criterio de seguridad vial de Carreteras que avala el viaducto, y que ha precipitado la renuncia, ya meditada, de Marín que, según diversas fuentes consultadas, podría no ser la última.
El reconocido consultor, con una importante trayectoria en Icomos y en la Comisión Española del Patrimonio Mundial de la Unesco, pertenecía a lComité Científico de la Menorca Talayótica desde su constitución en septiembre de 2022. Cuando, en junio del año pasado, el actual conseller de Cultura, Joan Pons Torres, renovó parcialmente su composición, le mantuvo dentro del Consejo Científico, pero fuera del Consejo Rector en el que inicialmente había sido incluido. En su lugar fueron designados para el Consejo Rector Amalia Pérez-Juez, jefa de la sección de Historia y Arqueología del Institut Menorquí d’Estudis (IME) y doctora en Prehistoria y Arqueología por la Autónoma de Madrid, y Jaume Garcia Rosselló, profesor de prehistoria en la UIB. Otros expertos, como Rafael Mata y Felipe Criado, fueron excluidos.
El Consejo Científico de la Menorca Talayótica está compuesto por instituciones y personas de reconocido prestigio, cuya función es programar y supervisar las actividades de la Agencia Menorca Talayótica en materia de investigación, formación y divulgación científica.
En vez de tanto discutir y criticar, porque no hacen una votación entre todos los menorquines que son los que pagan sus impuestos ??? Los menorquines tenemos derecho a decidir !!!