La izquierda redobla su envite contra el equipo de gobierno del Consell a propósito de la crisis política desatada tras la aprobación definitiva del proyecto para acabar la rotonda a doble nivel de Rafal Rubí. PSOE y Més per Menorca exigieron este miércoles la «inmediata» dimisión del conseller de Cultura, Joan Pons Torres, al que acusan de «hacer un uso partidista» de informes técnicos para justificar la continuidad de la controvertida reforma de este tramo de carretera general, sin esperar al pronunciamiento oficial de la Unesco sobre la afectación visual a uno de los yacimientos arqueológico incluidos en la declaración de la Menorca Talayótica como Patrimonio Mundial.
El movimiento de los grupos de la oposición, el más virulento desde que el PP tomara las riendas del Consell hace dos años, se produce tras la dimisión en cadena primero del director de la Agència Menorca Talaiòtica, Antoni Ferrer, en protesta por la interpretación que el gobierno insular hizo de su informe sobre las medidas correctoras para reducir el impacto paisajístico de la obra, y después de Cipriano Marín, coordinador de la candidatura de la Menorca Talayótica, contrariado por el uso que el gobierno insular ha hecho de los acuerdos del Consell Científic de la Agència Menorca Talaiòtica para defender su rotundo rechazo a la petición escrita del ministro de Cultura. Esa carta remitida al presidente del Consell, Adolfo Vilafranca, y a la presidenta del Govern, Marga Prohens, fue la nube que desató la tormenta. En ella solicitaba al Consell que dejase en suspenso la rotonda de Rafal Rubí hasta conocer la postura de la Unesco para evitar el riesgo de perder la declaración de Patrimonio Mundial.
«Es un hecho sin precedentes que dos cargos de máxima responsabilidad en el proyecto renuncien públicamente por desacuerdos con la línea impuesta por el gobierno insular», denunciaron ayer desde Més per Menorca. Su coordinador general, Esteve Barceló, aseguró que se trata de una «situación insostenible» y que «hay que exigir responsabilidades al más alto nivel que pasan por la dimisión del conseller de Cultura». En la misma dirección se pronunció el secretario general del PSOE, Pepe Mercadal, quien consideró que «el principal responsable de este escándalo es Joan Pons Torres», al que acusó de estar escondido sin dar ninguna explicación. «Si no es capaz de solucionar este escándalo y lo que hace es tergiversar los informes científicos, no hacer caso a los que saben, lo que tiene que hacer es dimitir. Y si no dimite, debe ser el presidente Adolfo Vilafranca quien lo cese».
Ambos acusan al conseller de Cultura de ser el generador de «una grave crisis institucional» que por sí sola pone en riesgo la declaración de Patrimonio Mundial y deja en entredicho la gestión que se está llevando a cabo del legado talayótico. Més per Menorca subrayó que, más allá de la dimisión de Joan Pons Torres, exige la paralización de las obras del viaducto de Rafal Rubí –están en fase de licitación– hasta que se pronuncie la Unesco y que se abra «de forma inmediata un proceso de revisión y participación ciudadana que garantice la protección efectiva del patrimonio y la confianza en las instituciones públicas.
La solución no es fácil
Por su parte, Mercadal aseguró que el problema de Rafal Rubí fue creado por el PP en 2011 «con su denostado proyecto de macrorotondas». Encontrar la solución a ese diseño «fracasado no es fácil», reconoció. La dificultad para encontrar una salida se hace evidente con el hecho de que el puente a medio terminar siga en pie después de ocho años de un gobierno de izquierdas en el Consell que no encontró la vía legal para derribarlo. «Lo han querido solucionar demasiado rápido, a la bruta, sin tener en cuenta los criterios de expertos en patrimonio talayótico, es una gran irresponsabilidad –denuncia Mercadal–, se encontraron con el trabajo hecho y en dos años los están poniendo en riesgo».
Creo que hay que aclarar publicamente la postura que ha gestionado el conseller de cultura y sus consecuencias.No es la primera vez que actua de esta manera.Por otra parte los comentarios insultantes y mezclando otras historias que nada tienen que ver con este tema me parecen fuera de lugar y de un odio que define a quien lo manifiesta.El consell insular no es el unico que tiene autoridad en temas como el puente mas yacimientos prehistoricos.