El que fuera coordinador del expediente de la Menorca Talayótica, Cipriano Marín Cabrera, reprende al conseller de Cultura, Joan Pons Torres, el «escaso interés» que ha demostrado en el Consejo Científico y la «utilización inapropiada e incomprensible» que ha hecho de sus funciones para hacer ver que este organismo avalaba la solución técnica propuesta para el tramo de Rafal Rubí.
En su carta de renuncia al Comité Científico, al que ha tenido acceso este diario, Marín echa en cara al conseller que «la única reunión efectiva tras la declaración» (en septiembre de 2023) se convocara para debatir el asunto de Rafal Rubí cuando, «después de este largo periodo, podrían haberse convocado y abordado otros temas de importancia para el devenir de la Menorca Talayótica».
Pero la decisión de Marín de renunciar a seguir como miembro del Consejo Científico «se fundamenta en la manera en la que se ha manejado el asunto de Rafal Rubí». Y es que, siempre según su relato, durante la reunión se forzó una votación, en contra de su parecer, para poder esgrimir ahora «el argumento de que la decisión» de terminar el puente «ha sido aprobada por mayoría absoluta en el Comité Científico. Esto implica que los componentes sean corresponsables de la decisión adoptada, aunque no sea esta su función». E incide. El Comité Científico «puede emitir dictámenes y formular propuestas, pero no tomar decisiones sobre las cuestiones clave, que corresponden al Consejo Rector».
Cipriano Marín recuerda en la carta que «ya expresé entonces que no veía sentido en realizar la votación. No obstante, lo que era una votación sobre un informe de impacto patrimonial (de las medidas correctoras para atenuar el impacto del viaducto), con el que manifesté mi desacuerdo, se transformó incomprensiblemente en una resolución que avalaba la solución técnica propuesta, como así se ha manifestado públicamente» por parte del actual gobierno insular.
Precisamente, es «esta forma de proceder» y la «utilización inapropiada» que se ha hecho del Comité Científico, «y del sentido de la votación, que no comparto», lo que ha precipitado la renuncia de Marín.
Expertos 'apartados'
El consultor, con una importante trayectoria en Icomos, la Unesco y otros organismos internacionales, lamenta también en su escrito que el conseller depurara a «algunos expertos de reconocido prestigio» cuando, hace un año, renovó la composición del Consejo Científico y le excluyó del Consejo Rector, del que Marín formaba parte desde su constitución.
En la carta menciona expresamente el caso de Rafael Mata y Felipe Criado, «que colaboraron decisivamente en la inscripción del bien» como Patrimonio Mundial, pero de los que se prescindió en el nuevo Consejo Científico sin siquiera comunicarles su sustitución. «Hubiera sido oportuno informar a los afectados y al resto de componentes», aunque fuera «por pura cortesía, sobre esta decisión».
Rafael Mata Olmo formó parte como paisajista del equipo de José María Ezquiaga que elaboró el PTI de Menorca y que fue reconocido con el Premio Nacional de Urbanismo. Posteriormente, fue miembro de la Comisión Permanente y redactor del expediente de la candidatura incluida en la Lista del Patrimonio Mundial. El arqueólogo paisajista Felipe Criado Boado, director del Instituto de Ciencias del Patrimonio, también visitó yacimientos y asesoró en la preparación de la candidatura.
Tanto Rafael Mata como Felipe Criado formaron parte de la comisión que en 2023 evaluó el proceso selectivo para nombrar al director de la Agència Menorca Talaiòtica y que eligió a Antoni Ferrer en detrimento del otro aspirante al cargo, el también arqueólogo y hoy vicepresidente del Consell, Simón Gornés.
En su lugar, Pons Torres dio entrada en el Comité Científico a otros expertos más 'afines', entre ellos los dos miembros incluidos en el Consejo Rector: Amalia Pérez-Juez y Jaume García Rosselló.
Pos denunciìn si hi alguna cosa mal feta,aquets fan i desfan com volen despres`ja anirem als tribunals o no..